sábado, mayo 26, 2007

Un juez niega que la SGAE pueda cobrar por toda la música

La sentencia exime a un bar del pago de derechos de autor al poner discos que están "fuera de los circuitos comerciales".

La música es lo importante de la Sala Beat. El dueño del local, Ricardo Alameda, de 38 años, saca con mimo uno de los miles de vinilos de la discoteca, lo limpia y lo pincha con esmero. Comienza a sonar Ad Gloriam, el disco psicodélico que la banda italiana Le Orme grabó en 1968. Suena bien. Las paredes están cubiertas de pósters de conciertos. La Sala Beat no está en el barrio céntrico de una gran ciudad, sino en Tomelloso (Ciudad Real), una localidad de 35.000 habitantes. Después suenan Mystic Siva, Sonic Rendevouz Band, The Hangdogs y un sinfín de grupos que sólo los muy entendidos podrían tararear. Hace 10 años, Ricardo dejó de poner a los Rolling Stones: "Hay que evolucionar".
Como el bar es peculiar, Ricardo comenzó hace dos años una batalla contra la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que le reclamaba 120 euros al mes por los derechos de autor de las obras que pone. El coleccionista saca un álbum del que se hicieron 500 copias en todo el mundo y resume: "Éstos no ven un duro de la SGAE y no entiendo por qué tendría que pagar". Ricardo ha conseguido que, en una sentencia pionera, un juez le dé la razón.

La SGAE mandó detectives al local y a finales de 2005 le reclamó en el juzgado 2.391,08 euros por realizar "actos de comunicación pública" sin autorización de la SGAE, algo prohibido, según la Ley de Propiedad Intelectual.

Ricardo contactó con el abogado Vicente Martínez Onsurbe y decidieron que, en vez de pagar, pelearían en el juzgado para sentar precedente: eludir a la SGAE pese a poner música que no está exenta de derechos de autor. "Presentamos al juez una lista de 400 discos que pone la Sala Beat para que la SGAE dijese de cuántos de esos grupos tiene los derechos, pero no quisieron contestar. Ellos no gestionan toda la historia del rock and roll aunque actúan como si fuera así", señala el letrado.

La SGAE gestiona los derechos de autor de una gran mayoría de creadores (tiene 66.000 socios) y por eso cobra a bares, restaurantes, discotecas y bodas. En 2005, ingresó por este concepto 69,1 millones de euros, un 4,52% más que el año anterior y 56 millones más que lo que pagaron las radios, según su última memoria. El 15% de lo que reparte lo da en función de lo que más suena en bares y radios, algo que calcula mediante encuestas. La SGAE no detalla cuánto paga a cada autor, y es extremadamente remoto que Le Orme reciba algo.

El magistrado del Juzgado de Instrucción 4 de Ciudad Real, Antonio Mejía Rivera, admite que no se puede pedir a la entidad de gestión que pruebe que "todas y cada una de las obras musicales utilizadas en establecimientos abiertos al público están dentro de su repertorio", pero sí "que aporte alguna prueba". El juez añade que la SGAE sólo aportó el informe del detective en el que se afirma que "la música que suena es de actualidad sin hacer ninguna precisión". Según Ricardo, en la vista el magistrado demostró su conocimiento al preguntarle si conocía Manassas. "La banda de Stephen Stills", replicó el dueño del bar.

Por todo, el pasado septiembre, en una sentencia pionera, el juez consideró acreditado que "en la Sala Beat de Tomelloso no se comunican, emiten o transmiten obras gestionadas por la SGAE, sino, por el contrario, obras musicales de los años cincuenta y sesenta, hoy sólo en soporte vinilo, que se hallan fuera de los establecimientos habituales de comercialización y no son difundidas por programas de radio y/o televisión de difusión general"; absolvió a Ricardo y obligó a la SGAE a pagar las costas.

Este diario intentó el viernes sin éxito obtener la versión de la SGAE, pero al recurrir la sentencia ante la Audiencia Provincial dejó clara su opinión. En el texto, la entidad sostiene: "Si existe un aparato reproductor de música o televisión en el establecimiento y se prueba que se utiliza estando abierto al público éste, se devengan derechos de autor". Además, considera que "el repertorio de obras gestionadas por la SGAE es irrelevante". Es decir, que tiene que cobrar independientemente de la música que se ponga, y por eso no entró a detallar la lista de 400 discos que presentó Ricardo en el juzgado.

Una cosa curiosa del caso es que poca gente hace tanto por la música como Ricardo, coleccionista obsesivo: "Pierdo dinero organizando conciertos con grupos que sólo tocan en Madrid y Tomelloso; gasto hasta 500 euros al mes en discos y ahí ya pago derechos de autor; si entra en el bar un vendedor de discos piratas lo echo porque fastidia a mi amigo de la tienda de discos; si alguien me presta una música que me gusta, estoy nervioso hasta que no tengo el original, y no bajo música de Internet", señala con convicción.



Licencias gratis

El abogado experto en propiedad intelectual David Bravo, siempre crítico con la SGAE, señala que la sentencia es novedosa porque hasta ahora "bastaba con que la SGAE presentase sus estatutos para recibir dinero aunque no acreditase que tenía los derechos de toda la música que suena en un establecimiento".Hasta ahora se conocían al menos cinco resoluciones a favor de bares que ponían música con licencia Creative Commons, organización que ofrece los derechos de autor gratis.La novedad del caso es que, si la Audiencia ratifica la sentencia, abriría la puerta a que algunos bares y discotecas decidan abonar a la SGAE sólo una parte de lo que ésta les exige; podríanargumentar que el 10% de su música está fuera de los circuitos comerciales habituales y dejar de pagar ese 10%. Ricardo no paga nada porque toda su música es alternativa y en la práctica esos autores no cobran de la entidad.


El País (20/5/2007)
www.elpais.com/articulo/cultura/juez/niega/SGAE/pueda/cobrar/toda/musica/elpepucul/20070520elpepicul_4/Tes

miércoles, mayo 16, 2007

Doll Face

sábado, mayo 12, 2007

Versiones (III)

Satisfaction. Rolling Stones.


Satisfaction. Björk y P.J. Harvey


Satisfaction. Otis Redding.

¿Qué tiene esta bola que a todo el mundo le mola?

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sábado, mayo 05, 2007

Reyes de la conservación

Esta es una noticia sacada de la web http://www.directoalpaladar.com/
(Aviso que este video no es apto para estómagos sensibles)

La hamburguesa Big Mac y las patatas fritas McDonald´s, reyes de la conservación



Este vídeo demuestra los poderosos conservantes, aditivos y demás sustancias que utiliza la cadena de comida rápida McDonald´s en los productos que ofrecen a los consumidores, pero especialmente destacamos la resistencia del Big Mac y de las tradicionales patatas fritas.

En el experimento en cuestión se introducen en varios tarros de cristal algunas de las hamburguesas que podemos adquirir en McDonald´s, la llamada Cuarto de libra, el Big Mac, Chiken McGrill, etc. También se introducen dos tipos de patatas fritas, las clásicas que suelen ofrecer y otras de tamaño extra muy gruesas. No perdáis detalle sobre el proceso que se desarrolla en el vídeo, en el que nos muestran el estado de estos alimentos al cabo de una, dos, tres y hasta 10 semanas después de haberlos introducido en el tarro.

El premio a la conservación se lo llevan las patatas fritas, que después de haber pasado 10 semanas, tienen una apariencia que se podría decir “comestible”, aunque dudamos mucho que sea así.

En cuanto a las hamburguesas, la más resistente fue la abanderada de la cadena, ya que fue la última en mostrar los signos de descomposición pertinentes. Sin duda, este vídeo hace pensarse más el acudir a comer a McDonald´s.

viernes, mayo 04, 2007

Entrevista a Paco Ibañez (El País)





Paco Ibáñez (Valencia, 1934) actuará por primera vez en el Liceo de Barcelona el próximo lunes, 23 de abril, el Día del Libro y de la Rosa. Se declara impresionado, quizá no tanto por el solemne escenario como por la red Ópera Abierta, que conecta el teatro con más de 70 universidades: el recital será retransmitido por Internet. A sus más de 70 años, el cantante conserva intacta su capacidad de indignación, de rabia, ante las cosas que no le gustan.






Paco Ibáñez vive en Barcelona desde hace 12 años. En su ático de la calle de Valencia, junto a su sala-estudio, con una mesa atiborrada de papeles, dos ordenadores y numerosos micrófonos, tiene un taller de ebanistería, oficio que aprendió de su padre carpintero y anarquista. Acaba de hacer unas castañuelas, en ébano, maravillosas, para un amigo francés, que quería que fueran "muy españolas". Les ha dado forma de miura. También ha hecho el "biombo de los poetas", pieza a pieza, con las caras de todos los autores a los que canta. Los que cantará el lunes en el Liceo, de Cernuda a Alberti, León Felipe, Gil de Biedma, Blas de Otero, Lorca y tantos otros.

El recital será retransmitido en www.aflordetiempo.com. En la web, con diseño del pintor Josep Guinovart, habrá un apartado a través del cual se podrá enviar por correo electrónico la letra de sus canciones y una rosa.

Pregunta. Cuando usted canta A galopar, a galopar, ¿saben los jóvenes que es un poema de Alberti?

Respuesta. Si lo saben, mejor, pero si no el contenido de la canción les ayudará a pensar, a descubrir quién es el enemigo, quién nos quiere robar el alma, el corazón, la vida, la identidad, los tomates y las manzanas reinetas. Por ejemplo, ése que lleva bigote y que ahora se ha dejado melena y se pasea por Moscú haciendo negocios. Hay que repetirlo: "A galopar / a galopar / hasta enterrarlos en el mar".

P. ¿A quién echaría al mar?

R. A esos que parecen querer otra guerra civil y que encima hacen que gente ignorante entre al trapo.

P. ¿De dónde vienen sus ideas?

R. En lo artístico, de mi padre, que era un gran ebanista; de mi tía, que bailó con Antonia Merce, y de un pariente tenor. Mi madre era una campesina vasca, de una enorme sensibilidad. Yo le cantaba canciones de Jorge Negrete.

P. ¿Y las ideas políticas?

R. Mi padre era dirigente de las juventudes anarquistas y estaba en el sindicato de la madera. Estuvo en los campos de Saint Cyprien y de Argelès... Ellos fueron los grandes perdedores de la guerra, y si no levantamos este país nosotros seremos los grandes perdedores de la posguerra.

P. ¿Siguen vigentes los cantautores?

R. Sí. Las canciones sirven para despertar conciencias. Si dejas sola a la gente tiene tendencia a dormirse, a anquilosarse. A mí me gusta ser un atizador de conciencias.

P. ¿Cuántos idiomas habla?

R. El euskera, el castellano, el francés y el italiano. El catalán sólo lo chapurreo por culpa de los catalanes. En cuanto ven que tengo la más mínima dificultad, se pasan al castellano. Ahora, a cada catalán que conozco le obligo a que me hable como mínimo cinco minutos en catalán. Así aprendo.

P. ¿Interesa a los jóvenes lo que usted canta?

R. No. Viven lo que les toca vivir. Muchos de ellos están anglosajonizados, macdonalizados. El inglés es la lengua de Shakespeare, pero la cultura que nos llega es imperialista y castradora, se te mete en casa, te roba tu identidad.

P. Conoció a Neruda en París.

R. Yo hacía radio y coincidimos. Le canté un trozo de mi primera canción y me dijo: "Tú tienes que cantar uno de mis poemas".

P. Pero de quien aprendió usted de verdad canción y poesía fue de Brassens, ¿verdad?

R. En París me di cuenta de que todos los franchutes estaban enganchados a Brassens y yo seguía con Jorge Negrete. Fue todo un descubrimiento y más aún cuando Pierre Pascal tradujo sus letras al español para que yo las cantara. Brassens es el Bach de la canción. Me hizo descubrir toda la canción y también aprendí de él que con la canción se pueden divulgar mensajes muy profundos.

P. En 1973 le prohibieron cantar en España.

R. Yo ya estaba en París y me avisaron de que no volviera. Y algo debía haber de verdad, porque cuando regresé, mucho después que Carrillo y Pasionaria, en el aeropuerto de Barcelona me encontré con un amigo de cuando hacía radio y que era policía. Me dijo: "Perdona, Paco, pero te tengo que detener". Me estaba esperando gente de Ariola y le dije, vale, como con ellos aquí mismo y vuelvo para que me detengas. Cuando regresé ya estaba todo arreglado.

P. ¿Cómo ve el presente?

R. Estamos viviendo un momento de gran trascendencia. La derecha intenta que cierres los ojos; la izquierda, que los abras; la extrema derecha es asesina y con ella no hay que tener piedad. Es enemiga de la humanidad y al enemigo, ni agua. Hay que volver a cantar a Alberti: "

A galopar / a galopar / hasta enterrarlos en el mar". Con una buena derecha, si la hay, se debería poder razonar.

P. ¿Y el futuro?

R. [Paco se levanta y regresa con una guitarra y se pone a cantar] "Que ocorre na terra? / ¿Que ocorre rapaz? Se son pesadelos, / eu quero espertar". Es un poema de Antonio García Teixeiro. El futuro está en este mundo. Y esto es para los jóvenes: defender la tierra y la naturaleza.

[Este poema forma parte del próximo disco de Ibáñez, Vivencias, en el que incluirá canciones en euskera, castellano, gallego, francés, provenzal, portugués, catalán e italiano].

http://www.elpais.com/articulo/cultura/gusta/ser/atizador/conciencias/elpepucul/20070420elpepicul_2/Tes

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